Para llevar a cabo un buen diseño de oficinas, no solo tenemos que centrarnos en los parámetros estéticos y la imagen que queremos mostrar, sino que también hay que tener en cuenta que sea un espacio productivo. Lo mismo sucede cuando ya disponemos de unas oficinas que empiezan a quedarse obsoletas y que puede que necesiten una renovación y reconfiguración de su espacio; las formas de trabajo evolucionan, y con la rutina y las prisas diarias, un día nos damos cuenta de repente de que han dejado de ser productivas.
Por ello, primero tocará replantearse algunas cosas al respecto y valorar las necesidades actuales de nuestro negocio. Antes de nada, para generar una buena productividad, las personas que allí trabajan tendrán que sentirse confortables dentro de su espacio y en relación al tipo de tarea que tienen que llevar a cabo. Por otro lado, habrá que plantearse si se necesita un entorno de trabajo que fomente la interacción, la colaboración y la comunicación fluida o un espacio dividido que proporcione privacidad para lograr la máxima concentración. O combinar las dos posibilidades bajo el mismo techo en función de los distintos espacios existentes (recepción, sala de juntas, zona de trabajo...), según las necesidades que presenten cada uno y las funciones que desempeñen.
En este sentido, algunos de los principales factores a analizar que pueden ayudar a las personas que allí trabajan a sentirse más a gusto, y por ende, a ser más productivas son, por un lado, el grado de intimidad visual que nos interesa para cada zona -es decir, ¿necesitamos fomentar la colaboración y el contacto visual, o evitar posibles distracciones e interferencias visuales?-, por otro, la necesidad de reducir el ruido ambiental que propiciará una mejor concentración, y también el aprovechamiento de la luz natural que siempre es beneficiosa por su efecto revitalizante en las personas.
Cómo solucionarlo
El empleo de diferentes sistemas de partición y subdivisión de los espacios nos puede aportar infinitas soluciones a todo esto. Dada su variedad y versatilidad, las mamparas divisorias se pueden adaptar a los requerimientos de cada espacio según las necesidades que se presenten. Por ejemplo, si lo que nos interesa es potenciar la luz en algunos espacios más sombríos, unos paneles de cristal transparente con una perfilería que transmita la máxima ligereza sería una buena opción. O pongamos el caso de que se necesite subdividir y cerrar los espacios para evitar interferencias acústicas, pero se requiera mantener una alta comunicación visual. Así, para obtener la máxima transparencia pero poder contar con un buen aislamiento acústico se puede optar por nuestros vidrios acústicos de alto rendimiento.
Múltiples soluciones para diferentes necesidades. No dudes en ponerte en contacto con nosotros para exponernos tu caso, y te podremos guiar con las mejores soluciones para conseguir una oficina mucho más productiva en todos los sentidos.